01 octubre 2006

El día del descanso

Pues ya estoy de vuelta en casa. Todo tal y como lo había dejado, es decir, en desorden. Una hubiera esperado que alguien ordenara la casa mientras no estaba... pero los milagros no ocurren.

El problema es que estoy completamente afónica. No creo que eso sea bueno en vistas de volver al tabajo mañana. En cuanto suene el teléfono... disculpe, es que perdí la voz y no la encuentro (chiste malo, lo sé).

Lo bueno, quizá, es que en el avión me terminé uno de los libros de los que me dieron para reseñar. El corazón de Atenea... esta tarde me pondré a escribir, sí.

Lo que es aún mejor es que, leyendo uno de los cuentos de cierta antología de cierto amigo, me vino la inspiración para completar una historia que había empezado hace tiempo pero nunca terminé. Ciencia ficción, por lo que parece. Yo que siempre he sido de fantasía... pero bueno. La cuestión es que empecé esa historia como un relato corto y tal y como lo tengo pensado ahora, saldrá bastante más largo, pero bueno... me apetece mucho escribirlo ahora que lo tengo bastante perfilado... Me hace ilusión tener un proyecto concreto en cuanto a escritura, ya que hasta ahora he estado escribiendo cuentos un poco a lo loco. Deseadme suerte!

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