30 septiembre 2006

El último día

Pero el de vacaciones. Después de tanta cuenta atrás y tanto rollo, pues eso, que se acaban las vacaciones. Y muy buenas que han sido. He visto a amigos que hacía mucho que no veía pero que parecía que nos hubieramos visto dos días antes y amigos que veo más a menudo pero que ahora no se sienten tan cercanos. La gente cambia, y yo también.

Básicamente, me lo he pasado muy bien y descansado mucho, que es lo que interesa. Volveré llena de energía al trabajo, como siempre que me tomo vacaciones. Nunca he entendido lo de las depresiones post vacacionales. Se supone que vuelves descansado y tranquilo. Zen. Bueno, si eres profesor, se puede entender. 40 niños de los que al menos 10 son infernales no es un escenario al que a mi me gustaría volver con mucha prisa.

En fin, a mi que me registren, que encontrarán jamón de pata negra y un kilo de queso curado que me llevo a casa... Es que las cosas buenas no se pueden dejar atrás de golpe.

29 septiembre 2006

Mi gato es el diablo

Lo que pasa es que aún no tengo la foto que lo prueba...

Estando con Charlotte, me decía ella que su gato, Pente, era pequeño... cierto es que es un macho y son más grandes, pero a mí me pareció que era muy grande, sobre todo para lo joven que es. En fin, para prueba... cuando llevé a mi gata a que le hicieran el análisis de sangre para la serología la pesaron. Pesa exactamente 3 kilos y 350 gramos. Es que es muy pequeñita la pobre... como yo, jeje.

Lo de llevármela a las tierras celtas está siendo más complicado de lo que hubiera podido creer. Entre chips, vacunas, análisis... y aún no sé cómo me la voy a llevar allí. Lo más probable es que escoja British Airways, porque Iberia sólo me la lleva hasta Londres. Es que es más fácil llevar a un niño que a un animal... y estaba yo echando un ojo a los formularios para el chip y está el caballo también. Me quedé yo pensando que si es complicado llevarse un gato de 3'350kg, llevarse un caballo debe de ser una auténtica pesadilla.

Que sólo me queda esperar, vaya.

Y el lunes tengo que volver a currar, que me toca el turno de mañana, es decir, entrar a las ocho. Lo único bueno es que así llego antes a casa... pero que pereza levantarse taaaaan temprano.

28 septiembre 2006

Nuevo hogar

Ya se que dije que sólo eran remodelaciones, pero después me puse a investigar el nuevo blogger y me pudo la tentación, lo de poner esas fotos ahí es que queda taaaan bonito.

Próximamente pondré una foto mía... por variar.

Hoy he tenido la desgracia de verme obligada a coger un autobus de Aucorsa para volver a casa. Ese autobús es como una discoteca mala, está lleno de gente, no se puede hablar del ruido, la música es espantosa y la única forma de sobrellevarlo son cantidades importantes de alcohol por vía intravenosa. Con la salvedad, claro está, de que nadie tiene la delicadeza o caridad de vender alcohol en el autobus. Es ahí cuando uno constata la resistencia del ser humano, cuando se da uno cuenta de que se puede sobrevivir a semejantes torturas urbanas.