28 septiembre 2006

Nuevo hogar

Ya se que dije que sólo eran remodelaciones, pero después me puse a investigar el nuevo blogger y me pudo la tentación, lo de poner esas fotos ahí es que queda taaaan bonito.

Próximamente pondré una foto mía... por variar.

Hoy he tenido la desgracia de verme obligada a coger un autobus de Aucorsa para volver a casa. Ese autobús es como una discoteca mala, está lleno de gente, no se puede hablar del ruido, la música es espantosa y la única forma de sobrellevarlo son cantidades importantes de alcohol por vía intravenosa. Con la salvedad, claro está, de que nadie tiene la delicadeza o caridad de vender alcohol en el autobus. Es ahí cuando uno constata la resistencia del ser humano, cuando se da uno cuenta de que se puede sobrevivir a semejantes torturas urbanas.

3 comentarios:

G. dijo...

Ays, qué gente más mala... mira que no darte aunque fuera un vinillo blanco.

Por cierto, suerte con lo de la gata, a ver si te la puedes llevar lo antes posible para allá.

Francesita dijo...

En lo del gato parece que se va clarificando la cosa, pero aún queda, vaya...

Francesita dijo...

Se fuerte Violante, se fuerte... pero la tentación es graaaaaaande... jeje. Aunque la verdad es que tu blog no tiene nada que envidiarle a los nuestros